METRO CUADRADO.- Dicen que en la obra hay que ser rápido, ingenioso y, al parecer, contorsionista. Porque cuando los planos no cuadran, los materiales no llegan y las soluciones brillan por su ausencia, lo único que queda es la acrobacia improvisada.
Aquí tenemos a un maestro albañil demostrando que no importa el obstáculo, siempre hay manera de seguir chambeando… aunque toque doblarse como pretzel.
Y ojo, esto no es falta de ganas ni de experiencia. Como bien dijo un comentarista: «Muchos arquitectos e ingenieros no se involucran en las etapas ‘más simples’ de la obra y no proveen los insumos para su óptima realización.» O sea, los planos pueden estar bien bonitos, pero si en la obra no hay lo necesario, toca resolver con lo que hay… y con mucha elasticidad.
Así que, arquitectos, la próxima vez que diseñen algo, piensen: ¿se puede construir sin romper las leyes de la física? Porque si no, prepárense para ver más poses imposibles en la obra. arq.com.mex /panbolnoticias/¡BICENTENARIO DE BOLIVIA!

